El sol es una gran fuente de energía que hace posible la vida en nuestro planeta. La acción de la radiación solar en el ser humano posee efectos que influyen de forma importante en su salud.

La exposición excesiva de la piel a la luz solar puede provocar muchos efectos negativos tales como:

La contaminación y el agotamiento de la capa de ozono estratosférico son factores que aumentan la exposición a la radiación ultravioleta.

La radiación ultravioleta (RUV) de la luz solar se compone de radiación UVA (315-400 nm), UVB (280-315 nm) y UVC (100-280 nm), en función de la longitud de onda. Ya que la capa de ozono estratosférico bloquea completamente la radiación UVC y las longitudes de onda por debajo de 295 nm, las principales RUV que llegan a la superficie de la Tierra son UVA y UVB.

Ante esta premisa nos hacemos las siguientes preguntas:

¿Fotoprotección cuándo?

¡Todo el año! Pues sí, contrario a lo que pensamos, estamos expuestos a la radiación solar durante todo el año, de ahí la importación de utilizar fotoprotección todos los días.

El tipo de protección va depender de múltiples factores: tipo de piel, edad, factores asociados.

Tu dermatólogo podrá evaluarte y recomendarte el que mejor se ajuste a tus necesidades

Evitar el sol, la protección de la piel mediante el uso de ropa protectora y filtros protectores son actualmente los métodos de protección solar más efectivos siempre que se utilicen adecuadamente.

¿Fotoprotección cómo?

La estrategia más importante para la fotoprotección son las modificaciones de comportamiento y hábitos relacionados con la exposición al sol a todos los niveles (sociedad, familia, etc.)

Algunas medidas útiles son:

Los protectores solares se clasifican como «físicos» o «químicos» según su ingrediente activo:

Fotoprotectores físicos o minerales

El ingrediente activo es un compuesto inorgánico que actúa reflejando o dispersando físicamente la RUV. Los más comunes utilizados actualmente son el óxido de zinc y el dióxido de titanio, que ofrecen protección amplia frente a los rayos UVA y UVB y son menos probables a causar irritación, haciéndolos más adecuados para pieles sensibles.

Fotoprotectores químicos u orgánicos

El ingrediente activo es un compuesto orgánico que funciona absorbiendo la RUV y disipando la energía como calor o luz. La mayoría absorbe la radiación UVB, algunos absorben el rango UVA2 y solo hay un protector solar orgánico aprobado por la FDA, avobenzona, que absorben el rango UVA1. Son los protectores solares más comunes en el mercado. Estos productos químicos incluyen cinoxato, dioxibenzona, ensulizol, homosalato, meradimato, octinoxato, octisalato, octocrileno, padimato O, sulisobenzona, oxibenzona y avobenzona, generalmente formulados en diversas combinaciones.

Fotoprotectores orales

Varios estudios han demostrado que los agentes administrados por vía oral son útiles para reducir el fotodaño, pero aún se necesitan estudios más grandes para confirmar su eficacia. Actualmente complementarían las medidas anteriores, pero no las sustituirían, son complementos alimenticios.

Existe la preocupación constante de que el uso de protector solar podría conducir al déficit de vitamina D (VD). Sin embargo, se ha comprobado que la exposición al sol con FPS 30 aplicado de la manera habitual, permite obtener niveles plasmáticos de VD a los logrados sin fotoprotección en adultos sanos.

¿Fotoprotección por qué?

Porque protegerás tu piel del daño ocasionado por las RUV

Conclusiones

Al igual que ocurre con los hábitos de vida saludable (comida, deporte, higiene, etc.) las buenas costumbres en fotoprotección son de un valor incalculable y es prioritario ponerlas en práctica. Una sociedad con cada vez más conocimientos, exigente y concienciada con el medio ambiente ha conseguido productos de protección solar excelentes que se reinventan cada día con el objeto de mejorar su calidad.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

1.- Garnacho Saucedo GM, Salido Vallejo R, Moreno Giménez JC. Efectos de la radiación solar y actualización en fotoprotección [Effects of solar radiation and an update on photoprotection]. An Pediatr (Engl Ed). 2020 Jun;92(6): 377.e1-377.e9. Spanish. doi: 10.1016/j.anpedi.2020.04.014. Epub 2020 Jun 6. PMID: 32513601.

2.- Passeron T, Lim HW, Goh CL, Kang HY, Ly F, Morita A, Ocampo Candiani J, Puig S, Schalka S, Wei L, Dréno B, Krutmann J. Photoprotection according to skin phototype and dermatoses: practical recommendations from an expert panel. J Eur Acad Dermatol Venereol. 2021 Jul;35(7):1460-1469. doi: 10.1111/jdv.17242. Epub 2021 May 4. PMID: 33764577; PMCID: PMC8252523.

Una dieta saludable es fundamental para mantener un estilo de vida sano y prevenir enfermedades. El verano es una época del año en la que debemos prestar especial atención a lo que comemos, ya que el calor, las vacaciones y las reuniones sociales pueden hacer que descuidemos nuestros hábitos alimenticios. En la Clínica Castelldefels contamos con una excelente profesional de la nutrición, la Dra. Leonor Moro, que nos ayudará a mantener una dieta saludable durante todo el año.

Una de las claves para una dieta saludable es la variedad de alimentos. Es importante incluir en nuestra dieta frutas y verduras frescas, cereales integrales, legumbres, frutos secos, pescado y carne magra. Además, debemos evitar alimentos procesados, fritos, azúcares refinados y grasas saturadas. Una buena forma de asegurarnos de que estamos consumiendo una variedad de alimentos es siguiendo la dieta mediterránea, que se basa en los alimentos tradicionales de los países mediterráneos y ha demostrado tener numerosos beneficios para la salud.

En verano, es importante hidratarse correctamente y evitar bebidas azucaradas o alcohólicas en exceso. Una buena opción para hidratarnos es el agua, las infusiones y los zumos naturales. Además, debemos tener en cuenta que el alcohol y las bebidas azucaradas aportan calorías vacías y pueden aumentar el riesgo de enfermedades como la obesidad o la diabetes.

Otro aspecto importante a la hora de cuidar nuestra dieta en verano es planificar las comidas y evitar picar entre horas. Las vacaciones pueden hacer que tengamos una rutina alimentaria diferente a la que tenemos durante el resto del año, pero es importante intentar mantener una estructura y horarios de comidas similares. De esta forma, evitaremos el hambre entre horas y controlaremos mejor la cantidad y calidad de lo que comemos.

Además de seguir una dieta saludable, es importante combinarlo con la práctica regular de ejercicio físico. El verano es una época del año en la que podemos aprovechar para realizar actividades al aire libre, como caminar, correr, nadar o practicar algún deporte. El ejercicio nos ayudará a mantener un peso saludable, a mejorar la circulación sanguínea, a reducir el estrés y a aumentar la sensación de bienestar.

En la Clínica Castelldefels, la Dra. Leonor Moro nos ayudará a diseñar un plan de alimentación adaptado a nuestras necesidades y objetivos. Además, nos brindará consejos y pautas para mantener una dieta saludable durante todo el año, no solo en verano. Con su ayuda, podremos alcanzar nuestros objetivos de salud y prevenir enfermedades a través de una alimentación equilibrada y variada.

En resumen, cuidar nuestra dieta es fundamental para mantener un estilo de vida saludable y prevenir enfermedades. En verano, debemos prestar especial atención a lo que comemos y mantener una estructura y horarios de comidas similares a los que tenemos durante el resto del año.

La variedad de alimentos, la hidratación, la planificación de las comidas y la combinación con el ejercicio físico son claves para mantener una dieta saludable.